Hoy ya no aguanta esta condena que ahora sufre cada día,
su juventud se queda en una celda triste y fría,
tu vida en penitencia,
tu alma en agonía,
y es muy poca la esperanza de salir todavía.
Te metía una joyería esa jueza que decía,
ella no se daba cuenta que en su cara se reía,
insistía y insistía,
a ver usted que hacía ese día:
yo mire mi señoría,
que yo estaba con maría
es que ella me entretenía,
y así me divertía.
Mi abogado que no asistía,
yo solo me defendía,
de una jueza en rabia
que a nadie entendía. (...)
Felicidades Alberto!!!
ResponderEliminarTe animo a que sigas escribiendo, porque con esto, queda demostrado que se te da muy bien! Te seguiremos para ver tus nuevas aportaciones. Saludos!
Felicidades!!!! eres bueno tío!
ResponderEliminarA ver si le pones unas bases y te enrollas y la cuelgas!
Ánimo!
Hola Alberto,
ResponderEliminarchico... tienes talento. Potencialo, si es la forma de desahogarte que tienes, porque realmente vales. Muchas felicidades.