Somos un grupo de internos de una unidad de rehabilitación situado en el centro penitenciario Brians 2. Este proyecto surgió por parte del equipo profesional que trabaja con nosotros, con la intención de poder expresarnos de otra forma y a través de un soporte más informal a la vez de ampliar nuestros conocimientos con los nuevos soportes multimedia y poder compartir nuestros pensamientos con vosotros, que gracias a este blog podemos ir más allá de este muro y enriquecernos con vuestras aportaciones.

miércoles, 1 de junio de 2011

La esperanza


Hoy os voy a escribir sobre la esperanza, con su reflexión. Lo he sacado del libro titulado: "Cuentos para regalar a personas originales". Espero que os guste a todos.



No hay amor sin esperanza, dice el conocimiento de las edades, advirtiendo así de qué manera el amor siempre protege.
El campesino en la larga travesía se alienta en la esperanza: con otro “¡EA! Llegaremos a la aldea”.
Hace años, un diario del interior del país publicó una serie de notas pronosticando una cosecha excepcional. Los agricultores, advertidos de la buena noticia, sembraron con más confianza y diversidad que de costumbre. El entusiasmo se generalizaba a medida que la prensa local reiteraba el vaticinio alentador, más deseado que real. Y por el poder de la esperanza generalizada, la cosecha resultó extraordinaria, aunque la fuente de información fueron osadamente inventados por el jefe de redacción.
El estímulo social fue aceptado por los hombres de la comunidad rural, y se transformó en un hecho concreto de ganancias compartidas.
Imaginar hace que suceda lo que se imagina.
Tal vez por eso sea muy difícil encontrar un reaccionario optimista, esperanzado. Porque lo bueno ya ocurrió antes.
En cambio, se puede ser progresista animoso porque existe una visión prometedora de un presente que construye un mañana más pleno, mejor.
El hombre reaccionario tiene percepción de espalda, todo es bueno si se retorna al pasado.
Vivir sin esperanza no significa un estado de madurez, sino más bien de final.
Cuenta Víctor Frankl que estando prisionero en un campo de concentración nazi, en una dura travesía por la nieve, mal alimentado y dolorido, sintió que las fuerzas lo abandonaban y deseó dejarse caer, morir abrumado por tanto sufrimiento inútil. En ese mismo momento apareció en su mente una imagen nítida, anticipadora: se vio hablando en la universidad delante de profesores y alumnos sobre el sentido de la vida. Lo escuchaban con gran atención. Y al verse así en el futuro, en una acción magnífica de servicio, se dijo a si mismo: “no puedo morir, todavía tengo que hacer eso”.
Frankl sigue viviendo en sus obras, y sus mensajes generosos y sabios dieron origen a la elpidioterapia, curación por la esperanza. Sin visión, un hombre o un pueblo perecen.
Elpidio, en griego, significa:”esperanza”. Fue pandora, la primera mujer del género humano en la mitología griega, la que abrió por curiosidad la caja que contenía todos los infortunios de la humanidad, y que rápidamente se extendieron por el mundo. Pero después de este error, liberó también a la esperanza de la caja. Así reservó como única fortuna para los humanos ese bien.
La esperanza tiene fin cuando nuestro corazón carece de fe, inocencia y niñez, y nos queda como única realidad concreta el informativo de la mañana.
“Quien tiene una hora mala no las tiene todas malas”. 

5 comentarios:

  1. Lo importante en esta vida, es que nunca nunca pierdas la esperanza. La vida te brinda cosas muy malas, pero también puede brindarte cosas muy bonitas! Mucho ánimo!

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  2. Pues lo que has publicado me ha gustado mucho! Me compraré el libro. Saludos!

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  3. "La esperanza tiene fin cuando nuestro corazón carece de fe, inocencia y niñez, y nos queda como única realidad concreta el informativo de la mañana."

    Que gran verdad!!! ME ha encantado esa frase. Felicidades por el blog, realmente me parece una gran iniciativa. Tus publicaciones inspiran a más de uno! Desde ahora, te sigo.

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  4. Seguid así de inspirados y de inspiradores!

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  5. Os dejo una frase sobre el tema:

    "Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes."

    Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.

    Saludos.

    David.

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